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martes, 20 de octubre de 2015

Fátima Aguilar Díaz. "Post Elecciones de Cataluña": Internet.



Una victoria amarga, un proceso estancado

  Como ya se auguraba, los resultados electorales han producido una compleja situación de legitimación política, que va más allá de los términos legales de unas elecciones corrientes: la derrota de los independentistas en el plebiscito que quisieron hacer de estas elecciones es una realidad teórica (que no en la práctica, pues sigue sin ser un verdadero referéndum), pero la aritmética electoral ha permitido que aun así cuenten con una mayoría absoluta de escaños en el Parlament0. De no ser porque el voto en la provincia de Barcelona vale mucho menos que el de cualquier otra provincia, esa mayoría absoluta sería inexistente. Por tanto, la primera conclusión es ésta: que la diferencia entre aceptar una derrota y declararse plenamente legitimados para seguir adelante con una «hoja de ruta» políticamente traumática sea solamente una ley electoral ventajosa es, cuando menos, insólito; lo que demuestra que la victoria electoral de Junts pel Sí y la CUP es democráticamente muy frágil, y carece del respaldo popular para conseguir todos los objetivos que se propuso. Sin embargo, la falta de autocrítica hace temer que aquellos que decían servir a la sacra democracia puedan acabar tergiversándola interesadamente, pues alcanzar el poder puede crear en ellos la ilusión de ostentarlo verdaderamente.
   El segundo factor importante es el éxito de Ciudadanos, que ha sobrepasado expectativas con sus 25 diputados, y que pretende ser la punta de lanza de la oposición constitucionalista. Dato interesante: ni veinticuatro horas tras confirmarse los resultados, la candidata Inés Arrimadas ha comparecido con el pelo recogido y un atuendo extrañamente sobrio, alejándose de la imagen de Barbie que la ha estigmatizado toda la campaña. Nada es casual en el partido de Rivera, y todo apunta a que se está forjando la seriedad institucional de una líder en ciernes, que aspira a tener esta legislatura un papel determinante.
   Por otro lado, el tercer factor a tener en cuenta es cómo se ha decantado la balanza en el duelo por el tercer puesto. A principios de mes, Catalunya Sí que es Pot (la franquicia podemita) aspiraba a disputarle a Ciudadanos el segundo puesto, con el PP y el PSC apenas rozando los 14 escaños. Sea o no porque el bailoteo ochentero de Miquel Iceta caló, lo cierto es que al final se impusieron los socialistas, dejando atrás a unos menguados contrincantes, ambos estancados en los 11 diputados, mientras que ellos se repartían 16. Por tanto, la estrategia ambigua de Podemos, vertebrada sobre el eje social y al margen del plebiscito, ha sido una de las grandes derrotadas; y por otro lado, los federalistas consiguen mantener el pulso en una cámara radicalizada.

   Aun cuando sus socios de la extrema izquierda han reconocido la derrota, la candidatura de Junts pel Sí se resiste a negar tener de su parte el mandato democrático. Su gran baza es argüir que entre los votantes de Catalunya Sí que es Pot (favorable al derecho a decidir) hay partidarios de la independencia que no se pueden contabilizar. Y puede que estén en lo cierto, pero de igual forma se les podría replicar que entre sus propios votantes también hay quienes no quieren la independencia, sino solamente conseguir una mayoría con fuerza para presionar al gobierno español para conseguir un pacto (una tesis muy escuchada estos días en Barcelona, aunque a priori no parezca tener mucho sentido). Entonces, ¿acaso pueden ellos demostrar que el 47,8% del electorado que ha optado por candidaturas soberanistas es íntegramente independentista? Ergo, la cuarta conclusión es que el plebiscito ha fallado, porque se hace imposible garantizar la veracidad de los resultados.



Elecciones 27-S en Cataluña: 'Junts pel Sí' gana las elecciones pero Mas depende de la CUP

    La candidatura de Junts pel Sí, que engloba a la CDC de Artur Mas y la ERC de Oriol Junqueras, ha ganado las elecciones catalanas con 62 escaños pero sin lograr la mayoría absoluta (68), por lo que dependerá de la CUP, con 10 escaños, para poderinvestir a Artur Mas presidente de la Generalitat.
Por su parte, Ciudadanos casi ha triplicado sus escaños y ha pasado de 9 a 25, mientras el PSC ha aguantado como tercera fuerza pese a bajar de 20 a 16 escaños, seguido de Catalunya Sí que es Pot (ICV y Podemos) con 11, la misma cifra que el PPC -obtuvo 19 en 2012-.
    La CUP, que será clave, ha pasado de 3 a 10 escaños, mientras que Unió, que por primera vez se presentaba en solitario, ha quedado fuera del Parlament y su dirigente, Josep Antoni Duran Lleida, ha puesto su cargo a disposición del partido.
   Con una participación récord en unas autonómicas (77%), los independentistas suman 72 diputados y se conjuran para seguir con el proceso secesionista pese a no haber logrado el 50% de los votos del conjunto de Cataluña a favor de la secesión, pues suman el 47,5%.


El independentismo hace piña junto a Mas tras su imputación


  Lejos de abrir grietas, la imputación de Artur Mas por el referéndum del 9N ha unido más al independentismo. Miembros de Convergencia, ERC y la CUP han apoyado al presidente de la Generalitat y criticado la politización que, a su juicio, sufre la Justicia.
Por ejemplo, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha expresado "toda la solidaridad" con Mas y ha advertido sobre la "politización de la justicia" y de "cómo entiende la democracia el Gobierno español". Según el portavoz republicano, la imputación "es otra muestra más de cómo entiende lo que es una democracia el Gobierno español y también otro ejemplo de la politización de la cúpula judicial del Estado".
  Ha lamentado, en este sentido, que "la voluntad democrática de Cataluña expresada democráticamente el pasado domingo en las urnas sea respondida con la imputación del presidente y de dos consellers, además del personal técnico relacionado con la consulta del 9N".
  Más duro ha sido el diputado de Esquerra Republicana en el Congreso Joan Tardà, quien achaca la imputación a la "estupidez" del sistema político español y ha subrayado que quienes "intentar acojonar a la ciudadanía catalana" no se van "a salir con la suya" porque, tras las elecciones del domingo, el proceso independentista "va viento en popa".
  "Creen que intentando acojonar a la ciudadanía catalana se van a salir con la suya y eso es tratarnos de inmaduros, cuando somos una sociedad tan madura como la española", ha sentenciado Tardà en declaraciones en el Congreso.
LA CUP CIERRA FILAS CON MAS
  También la CUP ha cerrado filas con Mas, aunque ha situado el debate sobre su investidura en un "plano diferente" y ha insistido en que no apoyará su reelección. La imputación se produce en un momento en el que la CUP y Junts pel Sí preparan el terreno para negociar la investidura del futuro president. Antes de conocer la imputación, el cabeza de lista de la CUP el 27S, Antonio Baños, insistía en que no harán "descarrilar" el proceso soberanista, aunque tampoco investirán a Mas.
Sin embargo, la decisión del TSJC, que ha citado a declarar a Mas el 15 de octubre -en el 75 aniversario del fusilamiento del expresident Lluís Companys-, puede favorecer el clima de entendimiento y flexibilizar las posiciones iniciales de la CUP, al ver a Mas como un president procesado por poner las urnas en contra del criterio del Tribunal Constitucional.
   Tras conocer la imputación, la CUP ha denunciado: "Estamos ante un nuevo ataque contra las instituciones del país por parte de un Estado demofóbico". La CUP ha recordado que lo que hicieron el 9N Mas y las también imputadas Joana Ortega, exvicepresidenta, e Irene Rigau, consellera de Enseñanza, fue "cumplir con un mandato popular de celebrar un referéndum".
   No obstante, frente a quienes interpretan que la imputación de Mas aboca a la CUP a apoyar su investidura, la formación de la izquierda independentista y anticapitalista ha querido puntualizar desde Twitter: "Algunos confunden la defensa de las instituciones catalanas ante los ataques del Estado con el debate sobre la presidencia. Son planos diferentes".
"COBARDÍA POLÍTICA"
   Mientras, el coordinador general de CDC, Josep Rull, ha acusado al Gobierno central de utilizar de forma partidista las instituciones del Estado, en especial, la Fiscalía, y le ha reprochado su "cobardía política" por querer convertir en un tema penal una cuestión política tras la imputación.
   "Pocos días después de que el pueblo de Cataluña haya expresado su voluntad de construir un nuevo Estado, la primera reacción que hay es ir a los tribunales", ha lamentado este martes en rueda de prensa, que ha considerado que un Estado serio debería convocar un referéndum tras los resultados de las elecciones del domingo.
   "Esa es la diferencia abismal -respecto a países como Reino Unido y Canadá-: cobardía política del Gobierno del Estado en tratar como penal un tema político que está no solo en la agenda de Cataluña, sino que ya está en la agenda internacional", ha sostenido.
   Rull ha asegurado que la imputación de Mas no afecta solo a una persona, sino que "se está imputando a los más de dos millones de catalanes que participaron en la votación del 9N", y ha considerado que la mejor manera de responder es culminar el proceso soberanista tras el mandato de los ciudadanos.
http://www.huffingtonpost.es/2015/09/30/independentismo-mas_n_8218240.html



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